A 50 años del golpe militar que derrocara en Chile al gobierno de la Unidad Popular,
conmemoramos al heroico pueblo trabajador de Chile que supo resistir la embestida de una
dictadura que provocó una auténtica catástrofe histórica, aliada a las fuerzas del capital
internacional y con la complicidad de los capitalistas locales.
Recordamos con respeto a quienes, con su vida o con el exilio, fueron víctimas del artero
golpe.
Conmemoremos a los que resistieron, en condiciones más que adversas, a la férrea dictadura
que hoy quiere lavar sus manos ensangrentadas, escudándose en la falacia de la
“democracia”, sin el pueblo.
A 50 años hacemos votos para que ese mismo pueblo trabajador chileno, sea capaz de tomar
en sus manos una nueva historia que, con nuevos principios, nuevos fines y nuevas formas
de organización, hagan posible el ejercicio efectivo de la soberanía del pueblo. Soberanía
que ninguna organización, ningún líder, ninguna pandilla electoral, tiene derecho a usurpar.
Así mismo, que garantice el pleno ejercicio de la soberanía de la nación chilena que, con
plena autonomía, decida sobre la forma de constituir una nueva sociedad basada en el
trabajo liberado.
Con estos principios, el pueblo trabajador y la nación chilena, podrán aportar a la urgente
tarea de ejercer la soberanía social, la soberanía universal hoy usurpada por el capital
corporativo y la clase supranacional que han puesto en riesgo la sobrevivencia de la vida en
el planeta.
Con esta nueva condición, el pueblo chileno podrá contribuir a una nueva humanidad libre,
racional y constitutiva.
Hoy, que reformistas de toda calaña dan por hecho que el sistema injusto del capital ha
llegado para siempre y sólo queda tranzar con él, recordamos con respeto y afecto las
últimas palabras del presidente derrocado:
“¡Viva el pueblo, vivan los trabajadores!”
En efecto, porque son los trabajadores, los que con su actividad constituyen al mundo y
porque con su acción política constitutiva están llamados a generar una nueva historia con los
fundamentos que la hagan plenamente humana: la libertad, la racionalidad y la praxis.
¡Viva por siempre la nación chilena y sus trabajadores!
Desde México: Consejo Popular México Nuevo y La Mueca, organización mexicana de arte,
cultura, pensamiento y acción política
Коментарі